sábado, 13 de diciembre de 2008

Tener o no tener, esa es la cuestión.

Reflexionando acerca de todo un poco me paro a plantearme el verdadero valor de la economía personal de cada uno en sus relaciones sociales.
Me explico.
La gente tiene una valoración de ti como persona, pueden pensar que eres una persona interesante, una persona valiosa, una persona querida. Pero tendemos a pensar que esas ideas que tiene la gente tienen como único factor determinante tus cualidades como ser humano, es decir, tus valores, tu personalidad, tu forma de ver el mundo e indudablemente tus cualidades intelectuales, etc.
¿Influye tu poderío económico (o la ausencia de tal) en ese baremo? Cuando tienes dinero puedes permitirte invitar a las personas a tomar algo, con lo cual eres más amable, amabilidad que aunque te sea innata no puedes demostrar cuando no posees recursos.
Puedes acudir a eventos que requieran pago previo, con lo cual se te considera más sociable, a los cuales te sería imposible acudir sin dinero. O peor, eventos a los que podrías acudir si otra persona te abonara el coste de tal evento, con lo cual seguirías siendo amable, pero un poco molesto para tu mecenas.
Ricemos el rizo: si la situación se prolongara, y tú, por tu naturaleza sociable desearas acudir a eventos o lugares y tuvieras la ocasión de que un buen samaritano te financiara la expedición repetidas veces, esa persona, independientemente de sus cualidades anteriormente mencionadas, poseería cierta deferencia o aprecio ante los demás por el simple hecho de poner un dinero que tú no tienes, y tú, irónicamente pasarías a estar mal visto socialmente por ir invitado a lugares de pago repetidas veces.
No importa tu situación, no importan las circunstancias, no importan el resto de tus cualidades. No tienes, no eres bien recibido, llegados a un límite.

Ahora pongamos que aparte de todas tus cualidades culturales, sociales e intelectuales posees además un fuerte sentido del civismo, y tu naturaleza y/o moralidad no te permiten dejar que otra persona sea tu cartera. Dejas de ir a los sitios, dejas de hacer cosas (por que seamos sinceros, hoy en día se pueden hacer muy pocas cosas sin dinero, y me considero una persona imaginativa a ese respecto, pero la austeridad se hace repetitiva, y por ende, aburrida), pasas a desvanecerte del ámbito social por el que antes solías moverte, con lo cual las relaciones con tus amistades decaen y acabas no solo pobre, como ya eras, sino además solitario.

En una ocasión, hace ya tiempo, hablando con la madre de una de mis novias le pregunté qué opinaba acerca de mi relación con su hija, que qué le parecía. Ella respondió, con toda sinceridad: "Eres buena persona, pero todas las madres quisiéramos que nuestras hijas estuvieran con una persona con un futuro razonablemente prometedor. No te estoy despreciando por ser reponedor en Caprabo. Simplemente pienso que podrías haber tenido más suerte, pero lo que una madre quiere no es lo que siempre sucede, además, quererse es lo importante."

Quererse es lo importante, ¿hasta cuando me querría su hija? pensé. Si pasara el resto de mi vida en el paro, los problemas económicos nos acosarían, o en un caso más prometedor, ella me mantendría a mi, con lo cual estaría peor visto. Teniendo en cuenta aparte mis aptitudes, y mi predisposición a trabajar. Si no tuviese trabajo por ausencia de estudios seguiría siendo tan humano, gracioso, entretenido y carismático como lo soy ahora. Pero no sería una persona de bien hasta que no ganara el suficiente dinero.

Conclusión. Ironías de la vida, puedo ser una buena persona, pero eso no tiene que ver con ser una persona de bien.

Nota: Esto no va por nada en particular, no me ha pasado nada, no estoy resentido. Simplemente me da por comerme la cabeza un viernes a las dos de la mañana por que no tengo dinero para ir a tomarme una cerveza.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

te comprendo y te apoyo a mi me pasa casi lo mismo, lo de la pasta.
trasto26.

Jezabel dijo...

Ahí le has dado. Poderoso caballero es don Dinero, que se dice.
Tal vez eso que has explicado tenga algo que ver con la tendencia social de compar y comprar y comprar a pesar de estar endeudado hasta las cejas.

nezha dijo...

aaaaay... cálzate y sal. Busca un empleo y un opencor.

Anónimo dijo...

Gracias por solucionarme la vida, mujer :D:D

Anónimo dijo...

Animo, las cosas no van a ser siempre igual, seguro que serán mejor.

Por cierto me consta que ibas calzado la ultima vez que te ví...

Ahriman dijo...

Hay que currárselo para ser valorado por lo que eres y no por lo que tienes.

Aunque lo que yo tengo es una buena razón de peso, no se si me entiende...

Mola que después de que yo haga un comentario fálico la palabra de verificación sea "redundd".

PD: Si consigues gastarlo con elegancia da igual cuanto dinero tengas: Mira a ese mecánico de Castellón City que lleva mostacho y se viste como Super Mario.

Yun dijo...

@Ahriman:
Estaría guay que te saliera esta palabra de verificación.

Ahriman dijo...

Es el destino, seguro que algún día me toca.

PD: Ahora mismo me ha salido "amnal". Que es como amar por el culo.