domingo, 1 de febrero de 2009

El universo al alcance de tu mano

Puesto que Shiroko se ha puesto tan profunda y psicológica tratando de exteriorizar su psicopatía para con las tecnologías modernas, yo he decidido hacer un ejercicio de introspección y sacar a relucir una de las mías. No, en realidad no es solo una manía, no es solo una costumbre, es algo más. Y como dijo House he dicho que soy un adicto, no que tenga un problema.

El caso...

No tienes nada que hacer en internet, has visto tu mail, has comprobado los blogs que sigues y has mirado ya todo lo que podría interesarte en general. Y no te queda nada por hacer en internet. Entonces piensas:

- Mierda, tengo conexión a internet, una red mundial que probablemente contenga todos los conocimientos que la humanidad posee actualmente y una diversidad de opiniones ante prácticamente todos los temas como no se ha visto nunca antes. -

Y abres una nueva pestaña y le das a la página de inicio, véase: Google.

Y una vez estás ahí, ante el umbral de las puertas del conocimiento, pudiendo elegir entre todos los temas, todas las ciencias, todos los géneros y sociedades que ha desarrollado el ser humano (incluyendo sectas alucinantes) a lo largo de su historia...

Escribes cualquier tontería y te pasas la tarde aprendiendo a cocinar una estupenda merluza a la vasca para chuparse los dedos.

¿Conclusión?
La conclusión es demasiado perturbadora, por norma general no nos merecemos nuestro potencial intelectual. Así de fácil.

Pero a veces y solo a veces encuentras cosas interesantes que cambian tu punto de vista. Supongo que vale la pena leerse las cartas del nuevo profeta de la salvación Matthew explicándote como puedes salvar tu alma haciéndole donaciones económicas para otro día aprender las vicisitudes del Hinduismo, o simplemente, como término medio aprender a cocinar una merluza a la vasca.

Creo que aprovecho bastante bien la red de internet, ¿verdad?