sábado, 9 de agosto de 2008

Lazing on a friday night



Todo comenzó en una agradable tarde de Agosto en la que me hallaba yo bebiendo alegremente vodka con tónica en la paz que solo otorga la seguridad del hogar propio (un espacioso y luminoso piso ubicado en la avenida de Francia) disfrutando de mis merecidas vacaciones (después de un año en el que he ahorrado mucho dinero y he trabajado poco y en un ambiente de trabajo relajado en el que podía fumar) mientras, en la estancia contigua, una preciosa mujer con el pelo castaño y los ojos verdes dormía plácidamente (en el reposo que solo conocen los que son verdaderamente felices y conocen el amor correspondido) cuando de improvisto, la puerta se abrió y Dobson (mi mayordomo inglés) me comunicaba que estaba listo el helicóptero para saborear una deliciosa cena (sopa de moluscos en el restaurante mas caro del paseo marítimo), entonces todo se hizo un poco mas borroso y...

...

... Desperté. No hay piso en la avenida de Francia, no ha habido trabajo en un año, no hay mujer de ojos verdes y cabello castaño, no hay Dobson, no hay helicóptero y, por supuesto, no hay sopa de moluscos en el Restaurante-Balneario de las Arenas. Hay trastos por toda la casa, medio vaso de concentrado de naranja sobre la mesa del comedor y me encuentro durmiendo en el sofá con un dolor de espalda horrible.
Entonces suena el teléfono. JC me espera en el coche para cenar en la playa con R y P, además de con el pequeño MA, su hijo. Tras una cena bastante campestre (pero eso si, muy buena) damos un paseo por la playa y volvemos a casa. JC decide acompañarme, y, como voy con mis cosas de mi piso anterior que tenía guardadas en casa de R JC me ayuda a subirlas. Una vez allí recordamos cuando él me pirateo un módem para conectarme a Internet ilegalmente que yo había dejado en un cajón al ser inaccesibles los cables de ono para mi...

Pero mon Dieu! JC descubre que los cables que yo creía que eran de mi finca son del vecino, y los de mi piso están al alcance de un brazo largo que sea lo bastante osado como para aventurarse a mirar al vacío de un séptimo y cogerlos con mano firme pero cuidadosa.

...

En resumen, tras media hora de ir a buscar cables, hacer pruebas, traer el ordenador y demás cosas de piratas me encuentro frente a mi portátil en la frescura que solo ofrece el balcón de un ático, en la paz de las cinco de la mañana de un sábado de agosto, mientras bebo un triste ron con concentrado de naranja, admiro el espectáculo de ver la terraza sembrada de cables y con un módem trucado descansando sobre una silla de plástico blanca... puedo sentir que realmente las cosas no son tan terribles sin: hogar propio, trabajo estable, mayordomo inglés, sopa de molusco... ni tampoco (lamentablemente) mujer de pelo castaño y preciosos ojos verdes durmiendo en sitio alguno y con el corazón lleno de paz.
Mañana terminaremos con la instalación pasando cables por dentro de la casa y dejándolo todo ordenadito.

No es lo que se puede decir la gran vida, pero tampoco es como para suicidarse, supongo...


Be Pirate, my friend...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como siempre digo:
Si no quieren que la gente lo haga, que no lo pongan tan fácil. xD

nezha dijo...

o sea que ya tienes internet en casa? bien!

(aunque igual debería decir que eso de robar está muy feo... pero hey, si jack sparrow lo hace...)

nah, amigo mío, la vida no es tan seria como para tener que morir por ella.